Una de las cosas que más llama mi atención en la saga del Señor de los anillos, lo constituye la amistad especial entre Aragorn y Legolas.
Es como si el mensaje fuese la importancia y trascendencia de contar con amigos que estuviesen con uno en las buenas y en las malas, amigos que se forjan en los momentos de mayor presión en la vida, que estan contigo en los momentos de tristeza y soledad extrema, y quienes toman tu mano cuando nos hay paciencias renovadas ni nuevas oportunidades.
Hoy tuve esa sensación, cuando un amigo se acercó a preguntar sobre mi vida y mostrar su sincero interés por cómo me iba.
Noté en sus ojos y conversación que quería ayudarme en un tema en particular.
Doy a gracias a Dios por estos amigos, que son capaces de seguirme a pesar que en mi travesía me halle en la misma caverna de los muertos vivientes, en fin... amigos que sencillamente me prestan su oido para escucharme a mi mismo con la esperanza de que pueda despertar, de una vez por todas, del estado de coma de mi corazón.
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