Ley de separación y divorcio

Para muchos matrimonios que han tomado la decisión de separarse, esta puede ser una buena noticia, ya que les permitiría cortar el vínculo matrimonial de manera ágil y sin la penosa travesía de recurrir a un juez, en cuyo caso el proceso se vuelve tormentuoso tanto administrativa como emocionalmente.

Creo que esta puede ser una buena medida en el supuesto en que no haya niños de por medio, ya que es muy delicado dilucidar quién podría quedarse bajo la tutela de los hijos, y en qué condiciones la otra parte tendría acceso a ellos.

Creo conveniente reflexionar, mas bien, en los elementos claves a tomar en cuenta para iniciar el vínculo matrimonial. Ya que si no se toman en cuenta seriamente los tales, difícilmente tendríamos matrimonios que duren más de 5 o 10 años.

Uno de los primeros aspectos a considerar, entiendo yo, es el aspecto cultural. Y en este aspecto podemos incluir los temas de formación, creencias de Dios, medio cultural. Este aspecto es clave, ya que muchos matrimonios se separan porque son muy diferentes entre ellos, y si bien este aspecto no se nota en el corto plazo, a la larga sale a relucir, justo cuando el romanticismo deja paso a la responsabilidad.

Otro aspecto a considerar es la visión que tienen como personas, y si estas pueden ayudarse mutuamente. Muchas veces los hombres desean una secretaria que les ayude en la casa, y se olvidan de que la mujer también tiene sueños y desafíos a nivel profesional, empresarial, artísticos, etc. El matromonio es el lugar donde uno sirve a la pareja, no donde uno somete a la otra.

Creo que si se tienen en cuenta algunos de estos criterios válidos no se tendría necesidad de recurrir a los alcances de una ley como la del divorcio, y que evidentemente trae consigo familias menos estables emocionalmente y por ende, generaciones que siempre estén buscando necesariamente a alguien para ser felices.

Los medios masivos de comunicación, con los estereotipos del príncipe azul o de la chica con cuerpo perfecto presentan modelos que distorsionan la imagen de un prospecto de pareja que tenga como base un carácter fiel y solidario.

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