miércoles, julio 19, 2006

Israel y Líbano: Guerra entre hermanos.

Las naciones se han formado a lo largo de la historia de múltiples maneras y han defendido sus posesiones territoriales, muchas veces por medio de la violencia. Cada pueblo así, en nombre de la "soberanía" se ha creído con el derecho de defender lo que cree que es suyo. Y por otro lado, las naciones más fuertes se han ocupado de expandir su propia ideología y su particular manera de interpretar el mundo.
Lo que pasa con las naciones de Israel y el Líbano son ejemplos de un planeta decadente. Y manifiestan lo que ocurre en el corazón humano, siempre ávido de codicia y envidia.
Mas entre los cristianos no debe ser así. El Reino de los cielos es más grande que cualquier país o nación, y el Señor de ese Reino ha traído paz para todo aquel que lo reconoce como tal.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jerusalen, bendita ciudad, que tus enemigos caigan a una y que huyan despavoridos los que tu mal desean, sean cortados todos aquellos que buscan tu fin y pierda mi diestra su destreza y mi lengua se pegue a mi paladar si de ti me olvidare si no fueras el asunto preferente de mis dias.

El Magnanimo

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo

Anónimo dijo...

Los judíos ganarán como siempre.