Amós en el Juicio a Damasco indica que esta nación empleó trillos de hierro contra Galaad. Es conocido que los trillos sirven para desmenuzar la cosecha. La particularidad esta dada en que una nación utiliza estos trillos pero de hierro contra personas de otra nación con el fin de subyugarlas y hacerlas esclavas.
Si bien en cierto, que no existe la esclavitud como en los días de Amós, debido al corazón del hombre, se utiliza todos los sistemas económicos para establecer una diferencia entre unos y otros y para someter a muchos por medio del poder del dinero.
En las sociedades occidentales se tiene que el sistema económico neoliberal mal administrado ha permitido que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. Temas como los derechos laborales, la jornada mínima de trabajo, las compensaciones por tiempo de servicios, las pensiones por jubilación son temas que bien pueden estar brillantemente escritos pero los empresarios y hasta el Estado en su rol empresarial lo ignoran y cometen abuso de autoridad.
Es preciso poner nuestra voz de alerta no sólo lo que pasa a nivel macroeconómico sino macroeconómico cuando se ven a potencias mundiales que bajo organismos financieros globales como el Banco Mundial subyugan con trillos de hierro a naciones empobrecidas a lo largo de siglos.
No toleramos la explotación del hombre por el hombre ya sea por medio de la violencia o sutilmente por medio de sistemas económicos que no logran distribuir eficientemente la riqueza entre los pobladores del planeta.
¿Es ético que 500 personas tengan la misma riqueza que de un billón de personas en el planeta?
Si bien en cierto, que no existe la esclavitud como en los días de Amós, debido al corazón del hombre, se utiliza todos los sistemas económicos para establecer una diferencia entre unos y otros y para someter a muchos por medio del poder del dinero.
En las sociedades occidentales se tiene que el sistema económico neoliberal mal administrado ha permitido que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. Temas como los derechos laborales, la jornada mínima de trabajo, las compensaciones por tiempo de servicios, las pensiones por jubilación son temas que bien pueden estar brillantemente escritos pero los empresarios y hasta el Estado en su rol empresarial lo ignoran y cometen abuso de autoridad.
Es preciso poner nuestra voz de alerta no sólo lo que pasa a nivel macroeconómico sino macroeconómico cuando se ven a potencias mundiales que bajo organismos financieros globales como el Banco Mundial subyugan con trillos de hierro a naciones empobrecidas a lo largo de siglos.
No toleramos la explotación del hombre por el hombre ya sea por medio de la violencia o sutilmente por medio de sistemas económicos que no logran distribuir eficientemente la riqueza entre los pobladores del planeta.
¿Es ético que 500 personas tengan la misma riqueza que de un billón de personas en el planeta?
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