Leyendo un post de uno de mis blogs preferidos, recuerdo este vals bien peruano, que trata de una mujer que ante el temor de perder al hombre de su vida, le pone una marca de sangre en su frente declarando con este acto que la persona es su propiedad privada. Este vals refleja el temor implícito de una mujer que cree puede perder el afecto de su pareja.
Esta conciencia colectiva muy natural de la humanidad también se puede observar en muchas instituciones religiosas que ponen en las frentes y ojos de sus seguidores el paño de su propio nombre o doctrina. De esta manera se apropian del tiempo, talento y dinero de la gente.
En realidad, tienen miedo de quedarse sin gente en sus templos y sin financiación para sus quehaceres.
Sin embargo, Jesús vino a todo lo contrario, sencillamente vino a dar vida en abundancia; a enseñar la verdad que proporciona libertad de todo yugo humano y sobretodo otorgar su PAZ para caminar de manera confiada hacia nuestro futuro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario