Frente al mar es donde hallo un poquito de mí,
un poquito de paz
un toque sutil de la ansiada libertad,
el espacio suficiente como para abrir mis brazos y volver a soñar;
el tiempo justo para advertir que no hay tiempo,
ni tempestades, ni gritos que encallecen el alma.
Frente al mar, converso conmigo mismo,
me advierto, me exhorto, me consuelo,
tanto pasado trunco,
tantas sonrisas deshechas,
tantos votos grises,
tanta esperanza por venir.
Frente al mar me encaro y me pregunto ¿Quién soy?
si soy feliz con lo que fui, o con lo que seré,
un buen recuerdo de terceros,
una gratitud siempre presente,
un abrazo de amigo,
un hombro de padre.
Frente al mar y solo frente al mar,
puedo cambiar esas lágrimas por una sonrisa nueva
esa tristeza por aquella alegría del corazón,
ese error por la experiencia para no equivocarme más,
y sobre todo, frente al mar,
puedo cambiar mi soledad por tu compañía Señor.
si soy feliz con lo que fui, o con lo que seré,
un buen recuerdo de terceros,
una gratitud siempre presente,
un abrazo de amigo,
un hombro de padre.
Frente al mar y solo frente al mar,
puedo cambiar esas lágrimas por una sonrisa nueva
esa tristeza por aquella alegría del corazón,
ese error por la experiencia para no equivocarme más,
y sobre todo, frente al mar,
puedo cambiar mi soledad por tu compañía Señor.
1 comentario:
Muchas veces me siento asi, en esta noche en que me encuentro mal de salud, se que puedo cambiar este dolor fisico por Dios.
RZ
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