Esta mañana escuché en la radio un pedido de oración relacionado a una hermana que no tenía respuesta a un trámite de su jubilación desde hace cinco años.
Es necesario reflexionar sobre las personas de la tercera edad en nuestra sociedad, e indicar que el respeto y la honra a la generación que nos sucedió es vital para asegurar a la generación presente éxito en su devenir histórico.
El honrar a nuestro padres (la generación anterior) nos traerá larga vida, ya que tendiendo este puente de comunicación, nos enriqueceremos con su inteligencia, experiencia y sabiduría que sólo los años dan.
Así, no basta con sólo cederles el asiento en el ominibús sino en tenerlos como mentores. Su presencia nos bendice, por lo tanto tampoco es grato ver cómo muchos de ellos van a parar a asilos, para luego ser olvidados.
Sembremos respeto y honra y cosecharemos una nación digna, íntegra y rica.
Para la autoridad competente en el Perú, les exhortamos a que los trámites por jubilación sean resueltos en la oportunidad correspondiente, no dejemos sin un pan a nuestros padres.
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