Esta semana he estado más de cerca con el grupo de cristianos que nos reunimos en mi centro laboral, ya que se acerca la navidad. Y estamos preparando un tiempo para compartir con las autoridades el mensaje navideño propicio.
Y me compartía uno de los líderes que el mensaje básico tiene que ver con restablecer relaciones. En mi centro laboral hay muchas relaciones rotas, hay jefes que no se tratan y así mismo, entre compañeros de trabajo se han marcado distancias por grandes y pequeños enojos producto del stress diario.
Las relaciones rotas en el centro laboral influyen directamente en las relaciones familiares y viceversa; produciendo un círculo vicioso que no tiene cómo cortarse.
Y la relación con Dios es otra de esas relaciones que evaluar y examinar, ya que ella nos permitirá restablecer las otras; indudablemente la sabiduría e inteligencia que provienen de los consejos bíblicos son como un mapa para hacer de nuestra vida una equilibrada y llena de propósito y bendición para los que nos rodean.
Entre la familia cristiana creo pertinente examinar cómo se hallan nuestras relaciones, si nuestra congregación es consciente de la presencia de otras congregaciones o quizá se las esta ignorando.
Finalmente pienso que la calidad de nuestras relaciones expresan la calidad de nuestra vida como hijos de Dios. En este sentido quisiera asumir el desafío de estar en PAZ con todos, a pesar de mis propias limitaciones y mi natural egoísmo.
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